sábado, 18 de marzo de 2017

Día Internacional de la Felicidad.

Quizás sea solo una fecha, pero el lunes 20 de marzo, tenemos una cita mas para parar, pensar y encontrar un camino que nos dirija, mas allá de lo que hoy en el mundo nos hace tristes caminantes sin sentido.



En una sociedad donde las voces de la calle nos dicen que vivimos en un entorno de derechos, casi sin deberes como individuos.
Un entorno en el que cargamos mochilas llenas de piedras y somos invitados a cambiarlas con la disculpa de que la tela de dicha mochila se empieza a rajar. Una sociedad en la que si una cosa no funciona, la cambias porque puedes. ¿Para que esforzarse, si igual no merece la pena?

Pues que quede claro que en ese entorno, hostil y normalizado hay muchos ciudadanos de este pequeño mundo, que saben que tienen tres importantes deberes y un único derecho:

No llevan piedras en la mochila, sino experiencias. Saben que las experiencias son un aprendizaje que les hace crecer. Por ello tienen el deber de seguir llenando sus mochilas de enseñanzas para ser útiles.

Si tu de por si eres grande, mas grande es lo que te mueve ya que solo eres la extensión de ello. Trascender tu ser individual en pos de la utopía. Reconocer la espiritualidad como combustible hacia la esperanza. Igual que el agua de una cantimplora mueve tus pies hacia esa cumbre a la que crees que no puedes llegar. Este es su segundo deber.

El deber de ser crítico, constructivo, coherente. De actuar. De ser acción. Servir a tu sociedad en su amplio significado.

Lo mejor de todo esto, es que como personas, como scouts, solo tenemos un derecho.
Ser felices, haciendo felices a los demás. 
Y lo conseguimos afrontando el reto de caminar e ir logrando cumplir nuestros deberes. Los que de modo formal, comparten en el mundo mas de 35 millones de personas en 163 países.

Por ello te reto. De la mejor manera que un scout sabe hacer. Jugando.
 

Durante miles de años la cultura japonesa ha apreciado a la grulla como símbolo de honor y lealtad. La grulla es un ave majestuosa que se asocia con la vida y es extremadamente leal con su compañero. El ave es fuerte, agraciada y hermosa. A causa de su gran importancia, los japoneses creen que si una persona hace 1,000 grullas puede cumplir su deseo más preciado.
http://www.aikidopalma.com/?p=349

Tradicionalmente, regalar grullas de papel se ha asociado con el hecho de querer desear salud, bienestar, felicidad y prosperidad. Se regalan, entre otros momentos, cuando nace un bebé, cuando una pareja se casa, cuando alguien está enfermo… o bien se pueden regalar a alguien que quieres o que es importante para ti.
http://www.1origami1euro.org/una-historia-milenaria/

El reto es muy sencillo. Regálate una grulla de papel. Mientras la vas haciendo, centra tus pensamientos en ti mismo. 
Busca entre ellos la próxima experiencia que vas a meter en tu mochila. Tu siguiente aprendizaje.
Llena la cantimplora y prepárate. Si lo haces desde el corazón, esa grulla que te habías regalado, pronto volara y será el regalo que tu harás a algo. A alguien.

No hace falta que la hagas mañana ni tampoco el lunes. Solo piensa en ello, no lo olvides y hazlo.

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